Aqui reproduzco enteramente el texto enviado por mi amigo Leon Octavio. ya que Villamaga fue su creación al servicio de muchos cofrades esparcidos por el mundo incluido este pirata navegante ahora en los mares del norte.
Leon Octavio me nombra Excelentísimo Embajador de Villamaga en estas tierras. Orden que trato de cumplir a cabalidad.
Betho el pirata
¿Quien es León Octavio su
creador ?
León es un librepensador, soñador y creador de una utopía
llamada "Villamaga" un sitio donde no hay guerra del hombre por
el hombre, es muy interesante su creatividad, y un sueño esperado para la
humanidad.
Entrevista.
Escenario: El soñador despierto
León Octavio Osorno, ideólogo del personaje ‘Balita la
bala perdida’:
Es paradójico, pero si
alguien es reticente a la publicidad, ese es León Octavio Osorno, y sin embargo
es muy conocido en Cali, en todos los estratos sociales. Ah, siempre y
cuando lo llamen ‘Balita’ y no León Octavio, pues él terminó por absorber la
denominación del personaje que hacía las reflexiones en El País antes del padre
Gallo. En tiempos recientes, ‘Balita’ andaba un poco perdido, por hallarse
trabajando con comunidades campesinas.
Fue autor intelectual de la
Morada Alternativa, el Festival del Florero, de ceramistas y escultores, y el
Festival del Maíz en la colina de San Antonio. Y de ‘Balita’ y el ‘Bando de
Villa Maga’. León nació en Anzá, Antioquia. Vino a vivir a Cali en 1967,
“porque como llegó a Medellín la moda de los peludos, y mi papá es peluquero,
él creyó que aquí la cosa sería distinta, y era peor”. El hijo del peluquero
resultó artista. Yo comencé como ayudante de construcción y me gustaban las
historietas. En 1964 me regalaron una revista de Condorito, que no circulaba en
Colombia, y me gustó el dibujo. Comencé a soñar con ser dibujante, y en 1968
inventé un personaje caleño, de esos que hace de todo, Pedrín, que lo
publicaron como tira cómica en ‘Occidente’ durante tres o cuatro años.
¿Cuándo resultó músico?
Todavía era obrero cuando vi exhibido un acordeón en un almacén que aún queda
frente al Teatro Isaacs. Yo cada ocho días iba a ver el acordeón que valía
$1.500, pero mi sueldo era de apenas $400, hasta que reuní la plata, fui a
comprarlo y van saliendo con otro y yo haciendo fuerza por el de la vitrina.
Empecé a descubrirle los sonidos, porque en Cali nadie tocaba eso. Es más, el
vallenato estaba ‘prohibido’. Aprendí solo y me volví el acordeonero de los
costeños que estudiaban aquí. ¿Cómo tuvo la idea de ‘Balita’? Un día iba
caminando para mi casa, en Bretaña, y por los lados de Santa Librada me
encontré una bala que no había sido disparada. Sentí como si ese proyectil me
estuviera escogiendo para contar la historia de una bala que no quería matar. Y
logró que la publicaran en El País. Timmy Ashe comenzó a trabajar aquí en
diciembre de 1973 y le mostró dibujos de ‘Balita’ a Rodrigo Lloreda. A él le
gustaron y comenzó a salir los domingos en la ‘página de los muñecos’. Salió
unas veces, no muchas, porque cuando Timmy se fue, ‘Balita’ también. Luego hubo
un segundo período cuando estuvo Julio Riascos, a finales de los años 80.
Ya publicaba ‘El bando de
Villa Maga’. Esa fue parodia de una revista. La llamé así porque en mi pueblo
no había medio de comunicación y tocaban el bando con un tambor en la puerta de
la alcaldía para leer los decretos. Y lo otro es la Villa de la Magia. Se la
mostré a un amigo, quien quiso publicarla y ofreció la plata, en 1983.
Empezaron a llegar cartas de gente que se sentía atropellada por Canibalia, o
sea el país de la realidad.
Después Claudia Blum, quien
era directora de Proartes, me ofreció el ‘stand’ de Proartes en Expovalle y me
tocó sacar mil ejemplares. Ahí sí fue cierto que empezó a regarse. ¿Por qué la
acabó? Yo no quería quedarme en el sueño, pues iba a quedar como otro mentiroso
más. Villa Maga debía pasar de la utopía a la ‘ecotopía’; entonces me fui para
mi pueblo, pero eso estaba lleno de guerrilleros y paramilitares. Los
politiqueros comenzaron a verme como un peligro porque fundé una ONG, hablaba
de autogestión, abrí una fábrica de papel y fundé un periódico. Además, esa
mano de muertos. Entonces le hice caso a la ‘Balita’, que dijo: “Correr es
también uno de los derechos humanos”, y volví a Cali en 1999.
¿Y usted que es una ‘Balita’,
no se ha perdido en tantas vueltas? Algunas veces, conscientemente. Las balas
perdidas no saben para dónde van, pero yo siempre he sabido para dónde voy.
Para ello es importante la terquedad y fundé un Club de Tercos. Si uno no lo
es, no es consecuente con lo que piensa. ¿Tampoco es una bala de regadera,
dejando muchachitos por ahí? Aquí sobra gente y este mundo como está no lo
deseo para un hijo mío. Cuando sea diferente, sí.
Usted debe ser muy
desprendido. Por supuesto. En alguna semblanza que me hicieron hace años, decía
que yo seré pobre toda la vida. Y eso se mantiene.
En sus propias
palabras " la nueva sociedad que debemos fundar debe comenzar por las
comunidades pequeñas que todavía no están contaminadas". León Octavio
Osorno, ‘Balita’, ilustrador y gestor cultural
2 comentarios:
leon octavio, soy jaime murgueitio, tuvimos varios encuentros de charla por alla en las calendas del 80 en la escuela de dibujo profesional, sino estoy mal con el maestro jaime piedrahita,carlos holzinger, juan fernando polo y demas artistas.
quisiera un reencuentro para comentarte y proponerte proyectos interesantes de música en los que estoy comprometido.Espero me recuerdes.Fui testigo de los primeros pasos de balita.
Publicar un comentario